“La verdadera historia sobre la última cena”
Esa noche se reunieron todos, él tenía algo que decirles, al decir él, creo que todos sabemos de quien hablo, ya que Leonardo nos lo quiso dejar bien claro colocando su imagen en el punto de fuga.
Lo intrigante de esta historia es el saber qué fue lo que quería decirles, ya que siempre se ha contado que en esa última cena, Jesús les revelaba una traición. Y sí, en efecto lo fue, pero con bastantes diferencias entre una versión y otra, aquí comienza la verdadera historia sobre la última cena…
Cuando Cristo tenía apesta diecisiete años, decidió dejar de comer animales, se sentía mal pensando que arrebataba la vida a animales indefensos para alimentarse y el continuar viviendo gracias a ello. Entonces tras esta culpabilidad, eligió llevar una alimentación basada en el alimento a partir de vegetales, el mismo llamó a esta alimentación un estilo de vida vegetariano.
Tras pasar unos años con esta alimentación, fue enseñándoles a sus amistades y vecinos recetas para que ellos cambiaran sus hábitos, poco a poco fue consiguiendo un grupo de adeptos a este estilo de vida, el cual a todos hacía sentir muy satisfechos y felices. Entre los adeptos fueron completando este estilo de vida vegetariano, con el cuidado y el respeto por el entorno, creando así un estilo de vida vegano, el cual consistía en tratar a la naturaleza, en su conjunto, desde una perspectiva que implica el pensar que venimos al mundo de prestado, y como hemos recibido lo que el entorno nos dá, debemos conservarlo igual para los que vendrán.
Cada vez eran más los adeptos, aumentaban sin control, eran capaces de concienciar a tal nivel a las personas de este estilo de vida, que cuando Cristo acababa de cumplir los treinta años, toda Jerusalén era vegana. Había doce apóstoles, los cuales viajaban por todo el mundo proclamando el mensaje. Luchaban por la vida animal, por el cuidado del entorno, por los huertos sostenibles y ecológicos, por la reutilización de materiales…
Tras varios meses proclamando el mensaje, dos de los apóstoles, Lucas y Santiago, estaban en la Hispania romana, donde se toparon con muchísimos opositores al veganismo y entraron en infinidad de debates en los que intentaban defender este estilo de vida y principalmente esa forma de alimentación basada en plantas.
Lucas y Santiago vivieron más de seis meses viajando de pueblo en pueblo, intentando concienciar a los hispanos sobre esta elección, pero no conseguían ningún adepto al veganismo. Pasaban los días e incluso ellos mismos dudaban la veracidad de esta elección como la mejor. Este pensamiento, fue el que les hizo caer en la tentación y volvieron a consumir alimentos de origen animal, empezaron tomando derivados, como lo son los lácteos o los huevos, y decidieron fomentar la alimentación ovolactovegetariana. Pero más tarde, decidieron dar un paso más allá, y fomentar de nuevo una alternativa a la alimentación ovolactovegetariana, y crearon la opción flexivegetariana, en la cual se consumen también pescados.
A partir de esta decisión, por supuesto a las espaldas de Cristo, volvieron a intentar concienciar a los hispanos, sin ningún tipo de resultado… Su desesperación era tal que ya no sabían qué hacer, llevaban cerca de nueve meses en Hispania tratando de conseguir adeptos a un estilo de vida en el cual ya casi ni creían, por culpa de tanta oposición con la que habían topado. A pesar de sus intentos, nunca consiguieron nada, y cayeron en la tentación de consumir carnes también. Dejaron por completo el estilo de vida vegano, y en consecuencia la transmisión y concienciación a las personas de esta opción como la mejor.
Regresaron a Jerusalén, donde no fueron capaces de reconocer su debilidad y mantuvieron en secreto que habían dejado de ser veganos. Pero como toda Jerusalén era vegana, no podían conseguir de ninguna forma carne para consumir, y decidieron salir a cazar para alimentarse de animales.
Estuvieron meses haciéndolo sin que nadie se enterase de nada, hasta que un día Judas les vio regresar del campo con las manos ensangrentadas y algo voluminoso envuelto en una manta. Decidió seguirles, y los encontró despiezando a un corzo. Judas se quedó boquiabierto ante tal escena, jamás hubiera imaginado tal traición por parte de Lucas y Santiago. Decidió salir corriendo sin que le vieran y contarle todo a Cristo, pero al salir del refugio en el que se encontraban dio un traspiés con una silla y ese ruido alentó a Lucas y a Santiago de la presencia de alguien.
Ambos apóstoles decidieron ir tras Judas e intentar convencerle de que no contara nada a nadie sobre lo que había visto. Judas quiso escuchar los motivos por los cuales abandonaron el veganismo. Estos le contaron su mala experiencia en Hispania y las invenciones de alternativas, todo ello convenció a Judas de la decisión que ambos habían tomado y finalmente él también la secundo.
Una noche Cristo decidió reunir a todos los apóstoles y ante todos denunciar la traición de uno de los apóstoles, y si… de uno de los apóstoles. Ya que Lucas y Santiago fueron con el engaño a Cristo sobre la traición de Judas, al haber cazado y comido carne. Cristo creyó sus palabras, y desde ese momento se considera que Judas fue el traidor de los apóstoles, aunque como bien habéis conocido, fue por motivos bastante distintos a los que se nos ha hecho creer hasta ahora.
Enlaces consultados para componer esta narración:
María Macarena Fernández Arias
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