Mujer con sombrilla mirando a la izquierda. – Claude
Monet
Su nombre era Anayra,
un nombre griego significa “Luz de sabiduría”. Se lo puso su madre en cuanto se
enteró que estaba embarazada, ya que había tenido una hermana pequeña que murió
con apenas 12 años y llevaba su mismo nombre.
Es 1886, Anayra tiene 18 años y es una joven, curiosa, hija de los alcaldes de la ciudad, pero algo infeliz.
Tenía una vida demasiado monótona y aburrida, o así lo consideraba ella.
Por las
mañanas en cuanto se levantaba venían las empleadas del servicio para ayudarla
a vestirse y arreglarse mientras tomaba el desayuno. Por las mañanas tenía
clases de filosofía, y literatura, ya que sus padres consideraban que para
embellecer su alma tenía que conocer el pasado filosófico y grandes
conocimientos en literatura . Después de sus clases, comía y después tenía
clases de lira. Por las tardes se dedicaba a pasear por los jardines que tenía
en su casa, pero a penas salía de su casa y de aquel jardín.
Un día
mientras estaba paseando por uno de los jardines se fijó en que a lo lejos
había una persona que no había visto nunca antes. Era una persona mayor, a la
que apenas se la veía el rostro, pero que llevaba una capa gris en su mano
izquierda. Cuando se acercó a ella para ver quién era había desaparecido, por
lo que no logró halar con ella.
Acudió hacia
los empleados que se encontraban por allí, para ver si alguno de ellos había
logrado ver a la mujer, pero no, ninguno la había visto.
Pasados un par
de días volvió a acudir a su clase de filosofía y por la tarde a su habitual
paseo por lo jardines. Cuando entre un par de arbustos se encontró con la capa
que le había visto a la mujer. Era la misma capa, grande, larga y gris que
había visto. Cuando miró a su alrededor no había nadie, por lo que la cogió y
se dio un paseo por los jardines para ver si la veía.
Después de
estar una hora buscándola decidió ponérsela, ya que la tarde había refrescado y
tenía algo de frío. Cuando se la puso vio que alguien venía del fondo, pero no
se la quitó. Cuando pasaron por su lado se dio cuenta de que ni la había
mirado. ¡No la habían visto!, a pesar de estar literalmente pegada a ellos.
Esto la sorprendió mucho, ya que ella no creía en ese tipo de fantasías. No se la quitó y para comprobar lo que
pensaba pasó por delante de la puerta de su casa, donde había 3 personas
vigilando. Volvió a ocurrir lo mismo, nadie la vio.
Se escondió para quitarse la bata y se fue
corriendo a su habitación para que nadie viese a ella ni a la bata que se había
quitado. Toda esa noche pensó en que iba a hacer con ella. Por lo que tomó la
decisión de salir de su casa por la tardes, aprovechando su paseo diario por
los jardines y ver lo que había fuera de su casa.
Y así lo hizo.
A la tarde siguiente salió de su castillo sin que nadie la viera. En cuanto
salió se fue a la ciudad. Paseó durante 2 horas, sin parar. Observó todas las
calles y la gente que había. Se quedó fascinada por todo lo que había visto,
tanto a trabajadores como a la gente que simplemente paseaba por allí.
De vuelta a su
casa vio un colegio. Estaba lleno de niños/as, de todas las edades. Le pareció
tan curioso que decidió entrar para ver cómo era realmente. Le encantó ese
lugar. Le encantó poder imaginarse en ella ayudando y enseñando a aquellos
niños/as. Estuvo allí durante una hora y así todos los días durante un mes.
Iba al colegio
cada tarde para ver al profesor como daba la clase. Le encantaba ver la
inocencia de todos ellos/as, de cómo se reían, de cómo eran sus preguntas,
travesuras, todo. Después de ese día volvió a su casa como cada tarde y tomó la
decisión de revelarse contra su padre. No quería esa vida monótona y aburrida que
estaba teniendo, así que enfrentó a él, quien quería una vida totalmente distinta para
ella.
Después de una
larga discusión, su padre lo entendió y finalmente la apoyó, al igual que su
madre. Con los días su padre la puso un profesor para que la enseñara todo lo
que quisiera aprender acerca de la educación.
Con el paso
del tiempo ella se había convertido en la nueva profesora de la ciudad, y no
solo eso, estaba buscando la forma de hacer un nuevo colegio, donde se educase
a los niños/as en un entorno de amistad, alegría, y felicidad, donde sobretodo,
no aprendiesen a la fuerza, sino por curiosidad e interés.
Ahora es feliz, más que feliz. vive por y para ella, como siempre había querido.
Imagen tomada de: https://claudemonet585979541.wordpress.com/2018/05/06/mujer-con-sombrilla-mirando-a-la-izquierda-1886/
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