“Así todos los días”
Suena el despertador como cada día, en verano lo agradeces
porque hace mucho calor, pero ahora en invierno, que pereza, porque sabes que
tienes que salir a calle y hace mucho frío, así que no me queda otra, que coger
fuerzas y, desayunar para coger energía. Al estar lista me dispongo a salir,
salgo, veo coches por todos lados, incluso en la acera porque no caben en los
sitios regulados para estacionar, como es lógico en Madrid, veo edificios, pero
son edificios pequeños camino hacía el metro de Carpetana, en línea recta algo
muy sencillo, tengo que pasar por cuatro semáforos, antes de llegar al primero
hay una ferretería, donde siempre hay alguien esperando para entrar, llego al
semáforo, en la parada del autobús, siempre hay mucha gente esperando y otra
que llega corriendo para cogerlo, el semáforo tarda bastante, desde mi punto de
vista, en ponerse en verde, aunque la verdad, siempre voy con prisas, puede que
por eso se me haga eterno. Al cruzar semáforo, siempre me suelo topar con dos
niños, muy bien uniformados que van al colegio, me dicen “hola" por la
costumbre al verme todas las mañanas, cuando nos saludamos, paso a ver
talleres, bares, tienda de electrodomésticos, peluquería, bares…por el mismo
camino veo a muchas mamás y papás con sus niñas/os de camino al colegio. Sigo
avanzando y observo una zona más residencial más llena de viviendas, esta
termina en una plaza, donde están construyendo un nuevo edificio, y es habitual
ver a señores mayores que al parecer están jubilados observando las obras de
dicho edificio. En la plaza hay mesas, bancos, zonas con pedales donde es
habitual ver a personas mayores realizando ejercicios matutinos. En la plaza
también hay árboles, plantas, algún resto de botellas de cerveza… Me dirijo
hacía el metro, el acceso más cercano es el ascensor que se sitúa en la plaza
de Carpetana, siempre hay mucha gente que sale y que espera para entrar, es
cierto, que mucha gente se queda fuera porque el ascensor no es muy grande y
cabe poca gente. Cuando salgo del ascensor y, paso los tornos, me dirijo al
andén 2, siempre por las escaleras porque el ascensor tarda demasiado y,
prefiero bajar las escaleras, me dirijo hacía la nueva estación Vicente
Alexaindre, me toca esperar una media de 5 minutos, el andén siempre está lleno
de gente, cuando llega el metro, somos tantas personas que parece que
tuviéramos que encajarnos como aquel mítico juego del “Tetris". Una vez
dentro y posicionada y cogido un sitio, suelo observar a gente variopinta. El
trayecto dura aproximadamente, 25 minutos, y veo a gente que habla con otros
amigos, gente que lee, que escucha música o simplemente gente que espera su
parada para poder bajarse. Tras ocho paradas, salimos todos como una exhalación
hacía las escaleras mecánicas, me esperan cuatro pisos hasta la superficie, con
su respectiva fila para acceder a las mismas.
Una vez situada me dejo llevar mientras escucho la música de mi móvil. Una vez en la superficie, me encuentro con otro paso de peatones. Al salir, siento que hace una temperatura más gélida que en mi barrio, pero es normal, porque esta situada en una zona más alta, al principio creía que era una sensación mía, pero todos lo comentaban. Recorro el paseo de Juan XXIII hasta la Facultad de Educación. Al llegar me encuentro con una fachada, a mi parecer, bastante antigua, entro y a la derecha, subo escaleras, giro ligeramente a la derecha y, a la izquierda está mi clase.
Tras pasar una media de 4 horas en la Facultad, vuelvo hacía
el metro y me dirijo a Moncloa, donde tengo que coger un bus hacía mi trabajo,
Control Microbiológico Bilacon. El autobús va en dirección la A Coruña, el
trayecto es hasta el km 23 de Las Rozas y, dura aproximadamente 30 minutos.
(Imagen tomada de Google, 2018).
En el camino, voy
observando por un lado de mi ventana una gran cantidad de coches, pero por el
otro, veo un paisaje precioso, lleno de árboles, campos verdes, incluso he
llegado a ver ciervos y conejos y, también he observado carteles que ponen “Zona
protegida se caza" algo que me angustia y no me gusta nada pensar que
aquellos animales que veo no van a estar por mucho más tiempo. Tras realizar
varias paradas y ver cómo la gente baja, llego a mi destino, una zona apartada
de toda la gente, de edificios…llego a una parada, donde se encuentra un punto
muy alto, al cual tengo que subir para poder cruzar los seis carriles que hay
de por medio, al bajar del autobús me encuentro con vías de cercanías, por la
cuales a veces da la casualidad de que veo pasar alguno. Cruzo el largo punto,
y al bajar me encuentro con un concesionario de coches, cruzo un paso de
peatones, algún edificio hasta llegar al mío, un edificio bastante pequeño al
parecer, al entrar encuentro con muchos p aparcados, al entrar en el edificio,
observo que hay varios carteles, en los cuales se observa que hay varias
oficinas. Bajo una escaleras, a mano
izquierda me encuentro de frente con la entrada en
Control Microbiológico Bilacon.
Control Microbiológico Bilacon.
(Imagen tomada de Google, 2018).
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