Camino hacia la incertidumbre
Paso a paso mi estado empeora
Te espero con un pie mirando a cada lado del camino
No sé aguantar esta demora
No sé qué hacer contigo
¿Derecha o izquierda?
Un mensaje que me impulsa a alejarme
Derecha.
Las lágrimas comienzan a caerme.
Anduve desde ese puente hasta el parque
Me detengo, última oportunidad
Pero, ¿Para qué?
Otra vez, ¿Derecha o izquierda?
Derecha.
Me adentro en el oscuro “Parque de los patos”
Paro la música
Pero comienzo a escuchar el ruido de mis zapatos.
Salgo de este para subir un puente, temerosa,
Veo el hospital de fondo y llego al otro lado
Con las obras casi no se ve ni una baldosa.
Camino con la cabeza alta y el pecho hundido
Por unas callejuelas algo oscuras, ya solo queda un pequeño tramo
Y regreso de nuevo de dónde no tendría que haber salido
Una última llamada, ha pasado media hora y aún no lo ha entendido.
Con el
anterior intento de poesía trataba de describir de forma subjetiva el siguiente
itinerario que comienza en el barrio del Sector III, tras bajar un puente que
lo une con el barrio de San Isidro. Este primer puente es bastante transitado puesto
que el metro de Alonso de Mendoza esta nada más cruzarlo y por las zonas verdes
que le rodean.
El camino
continúa por una calle en obras que acaba muy cerca del parque, esta zona es
menos transitada y en general por familias o parejas más o menos mayores. Debido
a las obras de esta avenida es obligatorio atravesar por el parque, en este
según las horas y la estación del año puedes encontrarte a personas que se
desplazan por un amplio rango de edad 0-70 años, puesto que van familias, jubiladas/os
y jóvenes. Sin embargo, hay un momento del año en el que no importa la hora,
todas/os nos juntamos, independientemente de la edad, para ver los fuegos artificiales
que transcurren durante las fiestas de Getafe.
Al salir del
Parque de los Patos te encuentras con un tramo que da acceso para cruzar la
carretera a medio asfaltar para llegar a otro puente, que de nuevo permite
cruzar la carretera de Toledo. Este te lleva hacia el barrio de la Alhóndiga, esta
parte también está siendo arreglada por lo que nada más bajar por el puente
vuelve a haber una serie de vallas, luego hay un par de bares por lo que normalmente
aunque sea algo tarde siempre hay alguien.
Hasta aquí el
recorrido es bastante silencioso, sin embargo, al finalizar esta calle se abre
la veda ante ruidos de motores y pitidos. Esta zona es la más transitada de
todo el itinerario pues une el hospital con Getafe Central, la Alhóndiga y Kelvinator.
Además hay varias dársenas que incluyen numerosas líneas de bus que se dirigen
a Leganés, Plaza Elíptica y otras zonas de Getafe.
Para llegar
hasta el barrio más moderno, Kelvinator, se continúa por una acera poco
transitada junto a un desvío de la A-42. Esta zona es prácticamente un polígono
pues en esa acera se encuentran fábricas y empresas de construcción. Tras unos
minutos andando se pasa bajo un puente más grande que los anteriores pues une a
vehículos y peatones El Bercial y Kelvinator. Finalmente llegamos al destino elegido,
se comienzan a ver viviendas y restaurantes a este lado de la carretera. En
esta zona encontramos un rango de edad más reducido, más juvenil por lo general.
Puesto que son nuevas viviendas gran parte son nuevas familias o familias regeneradas,
además que existen un par de negocios de guarderías y un colegio de educación
infantil.
Como ya se ha
descrito, el itinerario comienza en un lado de la carretera de Toledo y termina
en el otro lado tres kilómetros más lejos, ambas localizaciones forman parte
del municipio de Getafe.
Con el tiempo
y el crecimiento poblacional Getafe se ha expandido a zonas más allá de las
vías de los trenes y de la carretera de Toledo, saltando estos obstáculos. Estos
eran la forma natural de delimitar los barrios que generación tras generación
siguen manteniéndose. En mi recorrido hay tres barrios protagonistas algo
distintos sociodemográficamente.
En rojo el Sector
III, un barrio de medio-alto nivel económico dónde arquitectónicamente la gran
mayoría de las casas son chalets de diferentes tamaños. Las zonas públicas
están bastante cuidadas, cuenta con vegetación y algunas zonas verdes.
En amarillo
La Alhóndiga, de nivel económico medio-bajo, encontramos numerosos edificios que ya tienen historia y destacan por
sus colores sombríos. En cuanto a su población es muy diversa, culturalmente
hablando. Tiempo atrás la Alhóndiga, fue un barrio marginal porque quedaba limitado
por las vías del tren y la carretera de Toledo.
En azul,
Kelvinator de nueva construcción, todos son pisos de este siglo más o menos
modernos. Este continúa en expansión pues se pueden ver en el horizonte algunas
grúas.
A
continuación, se van a presentar varios itinerarios alternativos que unen ambos
puntos:
- A pie
-
Transporte público: metrosur.
-
Vehículo individual
Actualmente para hacer este recorrido en coche se debe tener en cuenta que en el tramo más cercano al parque está cortado por motivos de remodelación urbanística, de este modo sería conveniente acceder por la carretera de Toledo, pues evita las obras y el tiempo estimado es menor.
Personalmente,
el descrito es mi favorito, a pesar de ser el más largo y en el que más tiempo
se invierte, por su silencio y sosiego, la diversidad que abarca y por el paso
de zonas con vegetación.
Beatriz Moreno Manzano.
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