ROAD TO CUENCA
Itinerario Madrid -> Cuenca 1H 51MIN
Llevo alrededor de un año viajando de Madrid a Cuenca cada fin de semana por cuestiones familiares, y por tanto, he creído que el mejor itinerario a describir sea este. Suelo salir desde Conde de Casal, centro de Madrid, ya que hay una incorporación directa a la A3, carretera de Valencia, la cual conecta Madrid con el pueblo de Tarancón. Al llegar a Tarancón, se sale a la A40, carretera que conecta con la ciudad de Cuenca ya que está a las afueras de Madrid, pero se encuentra dentro de la provincia de Cuenca, Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha.
El viaje cruza desde el centro hacia el este de Madrid como primera parte del itinerario, suele ser un viaje cómodo y llano hasta que en el pueblo de Rivas se genera algo de complicación. Ésta viene dada por un problema de carretera dado que se reduce de tres carriles a dos, en éstos se incorporan los coches de la M-45 y M-50 y para mayor complejidad, se encuentra situado un radar. Todo este compendio de situaciones hace que los turismos y demás vehículos frenen y se genere algo de retención que suele ser más escandalosa de lo que luego en realidad es.
La A3 va pasando diferentes pueblos como Morata de Tajuña, Arganda, Villarejo de Salvanés, Fuentidueña, que es el último de la Comunidad de Madrid y, en el km 72, comienza la provincia de Cuenca. A partir de aquí dejamos atrás la Comunidad de las siete estrellas, que conmemoran los siete puntos de la Osa Mayor, haciendo referencia a la Osa y el Madroño, emblema de la Comunidad de Madrid, y los siete observatorios que se hallaban en la Comunidad en el momento de creación de su bandera. Acto seguido, entramos en las estepas y llanuras de la Mancha, tierra en la que se inspiró Miguel de Cervantes cuando escribió la inimitable novela de El Quijote, como bien indica el cartel.
Los dos primeros pueblos que encontramos son Belinchón y Zarza de Tajo. En general, hasta aquí la carretera y el terreno es bastante llano, con alguna bajada y subida y curvas constantes no muy pronunciadas, y a partir de aquí se vuelve más recta y si observamos el paisaje se compone de grandes campos de trigo y ciertos nichos de arboledas, pero es notable la abundancia de terreno para cultivo. A medida que nos vamos acercando a Cuenca, el cultivo que abunda es el de girasoles, aunque el paisaje se tiñe de amarillo sobre todo en la época de cosecha que en esta planta es julio y agosto, así que en verano es cuando más se puede disfrutar de este tipo de plantación.
En cuanto a accidentes geográficos la ruta de la A3 atraviesa la Meseta Central de Madrid y cruza encima del río Jarama y Tajo. del A40, aunque aparentemente llana para los vehículos, cruza el llamado puerto de Cabrejas, que alcanza su punto más alto en la ruta a la altura de Huete, con 1167 metros de desnivel. Se cruzan varios ríos también como el Cigüela, Júcar y Moscas. Una vez llegamos a Cuenca, cabe destacar el cambio geográfico en cuanto a las montañas, ya que pasamos de un paisaje llano a uno con bastante relieve debido a la Serranía de Cuenca.
En cuanto al transporte que utilizo,
suelo usar mi vehículo particular, pero tanto por necesidades económicas, como
por defensa medioambiental, anuncio el viaje a través de la plataforma para
compartir coche: blablacar. Considero que así consigo que el viaje sea tanto
más sostenible como sustentable y para mayor ventaja, puedo así viajar con mi
perra. En el viaje suelo coincidir con personas de Cuenca que por motivos
laborales o académicos viven en Madrid. En Cuenca la población está
envejeciendo ya que los jóvenes se marchan a estudiar y trabajar fuera porque
la oferta de empleo y de estudios no es amplia. Esto se une a que haya menos
nacimientos y que el número de defunciones provoque una despoblación de muchos
barrios, como proclaman muchos de los jóvenes con los que viajo. Además, existe
una dicotomía de opinión entre aquellos que volverían a Cuenca con ansía, pero
no pueden ya que consideran que no encontrarían trabajo, y aquellos que no
volverían por haber conocido el estilo de vida de Madrid, que en comparación
ofrece una cantidad de ocio y oportunidades mucho más atractiva que la de Cuenca.
Culturalmente hablando, se podría
decir que yo, como madrileña de origen, puedo notar una diferencia destacable
entre Madrid y Cuenca. Coloquialmente hablando, se podría decir que Cuenca
conserva una mentalidad algo anticuada, quizá ¨de pueblo¨ e incluso así lo
denominan los propios conquenses, que consideran que al final, Cuenca es eso,
un pueblo grande. En este sentido podría referirme a la falta de recursos
online, ya que se usa mucho más el ¨boca a boca¨ que internet, la mentalidad
taurina mucho más extendida, la falta de conciencia feminista… etc, siempre
hablando en tintes generales.
En definitiva, este es el camino que
hago cada fin de semana y la información que he aprendido y recabado hablando y
observando lo que me rodea cuando estoy en el coche.
THE END
Celia Parra Salas M1
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