TAREA 3.
“Semana Santa Asturiana”.
A
finales del mes de marzo del presente año, un grupo de diez estudiantes del
Grado de Pedagogía emprendimos un viaje con origen la Comunidad de Madrid y
destino el Principado de Asturias para disfrutar de unos días en común en
nuestro penúltimo curso universitario. Todos y todas estábamos muy ilusionados
en las semanas anteriores al mismo. Organizamos las actividades de casi todos
los días aunque también queríamos dejar cierto espacio para la improvisación.
Decidimos
hacer el viaje en coches por varios motivos. Por un lado, al ir diez personas,
ir en dos coches resultaba muy económico para un grupo de estudiantes. Por otro
lado ir en coche resulta bastante rentable en cuanto al tiempo, el trayecto
(sin contar las paradas) son solo 4 horas y 15 minutos desde el punto que
acordamos como origen. Y, en último lugar, la razón más importante por la que
decidimos ir en coche es que teniendo en cuenta el destino, Asturias, es casi
una necesidad tener este medio de transporte para poder movernos por allí. A pesar
de que en Asturias hay transporte público en las ciudades y líneas de trenes y
autobuses interurbanos, no se puede ir a ciertos lugares de interés, por
ejemplo playas, rutas, espacios naturales, pueblos y aldeas sin coche desde el
punto en el que íbamos a pasar las noches. Todos somos conscientes del impacto
medioambiental del uso del coche pero para un viaje así, en el que se veían
beneficiadas diez personas, consideramos que era un uso racional y justificado
del uso de este medio de transporte.
El
trayecto consta de 566 kilómetros y hay dos rutas principales. La primera de
ellas es por la A-1, por la cual el trayecto aumenta su duración en una hora,
aunque por ésta no hay peajes. La segunda es por la A-6, en la que el trayecto
dura lo anteriormente señalado y hay dos peajes que suman un coste de 25 euros
aproximadamente. Esta es el trayecto que escogimos y, el recuerdo que todos
tenemos del mismo es excepcional. Tras cruzar el túnel del Negrón (sexto túnel
más largo de España con una longitud de 4184 metros), ya entrando al Principado
de Asturias no podíamos reproducir otra canción que no fuera la creada por el
cantautor asturiano por excelencia (Melendi) llamada “La mi mozuca”.
Quiero volver pa
respirar
Y pa decite que estás siempre xunto a mi
Mi caminar no acaba aquí
Porque yo se que en la mi tierra voy morir
Y canta-y a la mi xente con les gaites retumbando
Y les estrelles
Cayendo en les teyes
Como roba el corazón esta mozuca que se baña en el Nalón
Se llama Asturies
Quiero sentir tu despertar
Te echo de menos tanto que podría llorar
Puede que así llegue a expresar
To lo que siento por mi xente y mi lugar
Y bailar un xiringuelu con la luna
Y en el tunel del Negrón
Izar la bandera
Y en la cruz los angelinos
Beben sidra y brinden por una región
Que se llama Asturies
Y canta-y a la mi xente con les gaites retumbando
Y les estrelles
Cayendo en les teyes
Como roba el corazón esta mozuca que se baña en el Nalón
Se llama Asturies
Puede que el tiempo embarre tus caminos
Puede que el sol nunca se deje ver
Pero al salir del vientre de mi madre
Fuiste tú la que a mi me vio crecer
Puede que el tiempo embarre tus caminos
Puede que el sol nunca se deje ver
Pero al salir del vientre de mi madre
Fuiste tú la que a mi me vio crecer.
Y pa decite que estás siempre xunto a mi
Mi caminar no acaba aquí
Porque yo se que en la mi tierra voy morir
Y canta-y a la mi xente con les gaites retumbando
Y les estrelles
Cayendo en les teyes
Como roba el corazón esta mozuca que se baña en el Nalón
Se llama Asturies
Quiero sentir tu despertar
Te echo de menos tanto que podría llorar
Puede que así llegue a expresar
To lo que siento por mi xente y mi lugar
Y bailar un xiringuelu con la luna
Y en el tunel del Negrón
Izar la bandera
Y en la cruz los angelinos
Beben sidra y brinden por una región
Que se llama Asturies
Y canta-y a la mi xente con les gaites retumbando
Y les estrelles
Cayendo en les teyes
Como roba el corazón esta mozuca que se baña en el Nalón
Se llama Asturies
Puede que el tiempo embarre tus caminos
Puede que el sol nunca se deje ver
Pero al salir del vientre de mi madre
Fuiste tú la que a mi me vio crecer
Puede que el tiempo embarre tus caminos
Puede que el sol nunca se deje ver
Pero al salir del vientre de mi madre
Fuiste tú la que a mi me vio crecer.
Melendi.
Al ir a comer a
distintos pueblos del Principado de Asturias pudimos apreciar la gentilidad y
amabilidad de su gente, quienes en todo momento nos mostraron un gran
recibimiento como turistas. Además, cabe destacar su gran interés por la
gastronomía y su intención de querer seguir manteniendo un dialecto tan
tradicional como el bable, la cual se está perdiendo y muestran una gran cercanía
con los turistas que intentan aprenderla.
A
la mañana siguiente, procedimos a desarrollar la actividad del descenso del
Sella, un trayecto de 15 kilómetros realizado entre los pueblos de Arriondas y
Ribadesella. Para realizar dicha actividad, tuvimos que desplazarnos desde
Camás hasta Cangas de Onís, donde se encontraban las instalaciones de la
empresa responsable. Dicha empresa se encargó de trasladarnos en furgoneta
hasta el nacimiento del río Sella. El simple hecho de realizar el traslado en
furgoneta y no en diferentes coches hace que sea una actividad responsable en
gran parte con el medio ambiente, ya que no produce una gran alteración.
Durante
el descenso, pudimos observar la escasa intervención del ser humano en el río,
el cual está prácticamente virgen salvo por la presencia de algún puente que lo
cruza. Analizando el pensamiento de la gente de Asturias podemos darnos cuenta
que este respeto por el medioambiente se debe a la cultura de la zona. Los
asturianos llevan un modo de vida muy relacionado con el campo y la ganadería y
tienen un gran valor para ellos, por lo que intentan respetar su entorno todo
lo posible y evitan modificarlo.
Al finalizar el
descenso, procedimos a visitar el pueblo de Cangas de Onís para observar el río
Sella desde otra perspectiva. En el pueblo sí pudimos observar la intervención
del ser humano
en
el paisaje, a pesar de que estaba muy integrado con el entorno. Visitamos uno
de los puentes más famosos del Principado de Asturias desde el cual se podía
ver el curso del río Sella, mucho más calmado que el tramo donde realizamos el
descenso. Más tarde fuimos a comer dos de los platos asturianos más populares
como son la fabada asturiana y el cachopo. Para acompañar a estos platos
elegimos una sidra de la zona, la cual fue escanciada por la camarera, ya que
el escanciado de sidra es otro de los actos típicos de la región.
Fue,
en definitiva, un viaje que mereció la pena.
WEBGRAFÍA.
Letra de la canción de Melendi: https://www.letras.com/melendi/1410417/
Información de rutas y distancias: Google
Maps.
NOMBRES:
Sergio Pérez González y Arturo Ruiz Álvarez.
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