PASEO POR MIS LUGARES Desde hace cuatro años tengo la suerte de poder vivir en un sitio tan único y mágico como es Madrid, la ciudad que nunca se acuesta. Nací a unos cuantos kilómetros de aquí, más al norte, en una pequeña ciudad llamada Huesca. El motivo de mi desplazamiento fue continuar mis estudios académicos, pero sin duda, Madrid me ha enseñado muchas más cosas de las que nunca podía llegar a imaginarme. Cuando llegué recuerdo que todo parecía como se veía en la tele; calles repletas de peatones, aceras con muchos carriles llenas de coches, gente corriendo con prisas, establecimientos de todos los tipos, o, mejor dicho, personas de todo tipo. ¿Por qué digo esto? Parece una tontería, pero para alguien de un sitio pequeño como yo todas estas cosas son como otro mundo paralelo, es como si el sitio del que venimos o del que somos nos condicionase a lo largo de nuestra vida en nuestra forma de vivir. Hoy, tras cuatro años, sigo disfrutando como el primer día de todas las cosa
Como cada año en verano, hacemos las maletas con la familia para ir a Gijón y pasar una semana de relax y disfrutar de esta tierra fantástica. La ruta que cogemos es la más corta, la distancia es de 471 km y la duración aproximada del viaje hasta el centro de Gijón es de 4h 29 min. Salimos por la carretera de la Coruña (A-6), y hacemos una parada, habitualmente en León o en algún parador ya entrados a Asturias, para aprovechar a comprar unos “preñaitos”, un tentempié típico de la zona. Cualquiera que haga esta ruta deberá estar atento en el último tramo del viaje, ya que los paisajes y climas son totalmente cambiantes según entras o sales por algunos de los túneles, pero sobre todo para no perderse los Barrios de Luna, una zona montañosa preciosa, habitualmente con reservas de agua. Y en caso de no poder hacer el trayecto en coche siempre se podrá ir en tren o en autobús, ambas opciones bastante asequibles al bolsillo y benefactoras para el medioambiente. Barrio